Basada en la leyenda de Robinson Crusoe, la acción de esta novela se desarrolla en una isla del Pacífico Sur bautizada, por el mismo Robinson, Speranza, después del naufragio de la Virginia. Rodeado por un medio hostil e incomprensible a su mentalidad de hombre civilizado, Robinson se entrega a una actividad frenética para salvaguardar el orden interno que él encarna, frente a la mentalidad del reino telúrico que representa Speranza. De esta manera se empeña en la tarea de sembrar, cultivar, construir, administrar la isla hasta acumular una riqueza superior a la capacidad de asimilación y usufructo de un solo habitante. Ese delirio robinsoneano carece de un sentido último y real frente a la situación de vida y tal vez no fuera desatinado interpretar esto como una metáfora acerca de esa misma falta de finalidad que parece invalidar a nuestra sociedad actual, envuelta en idéntico delirio de acumulación. Tournier somete una prueba decisiva la imagen de hombre civilizado que Robinson lleva en sí, cuando la aparición de Viernes asesta un golpe mortífero a ese orden de la racionalidad que él se obstina en defender. Al fin, Robinson se aprovecha para revisar y poner en tela de juicio los conceptos de colonialismo, sexualidad, racismo, civilización, elementalidad.

Título original: Vendredi, ou, Les limbes du Pacifique