Incluye referencias bibliográficas (páginas [605]-616) e índice.

La obra ofrece una perspectiva novedosa y profunda sobre la figura de Simón Rodríguez, el maestro y mentor de Simón Bolívar. El título mismo ya adelanta la dualidad que Castellanos explora: por un lado, el pensador universal, un intelectual adelantado a su tiempo con ideas pedagógicas y sociales revolucionarias que trascendieron las fronteras de su época; por otro, el pulpero de Azángaro, haciendo referencia a su humilde oficio y su vida itinerante en diversas localidades, incluyendo Azángaro en Perú, donde se dedicó a actividades cotidianas que contrastaban con su elevado intelecto. Castellanos busca desmitificar a Rodríguez, presentándolo como un ser humano complejo, con sus genialidades y sus desafíos. La obra analiza sus propuestas educativas, su crítica a la sociedad colonial y su visión de una América Latina libre e innovadora. Al resaltar su faceta de "pulpero", el autor subraya la practicidad y la cercanía de Rodríguez con la realidad popular, demostrando que sus ideas no eran meras abstracciones teóricas, sino que estaban arraigadas en la vida cotidiana.