Bibliografía: p. 221-222.

Esta obra ha logrado conciliar siglo y medio de periódicos -no en vano es Servando García Ponce es un maestro del reportaje y de la crónica desde sus días de corresponsal de prensa- y en tan breve espacio el lector nunca anda desorientado porque lee nuestra historia como si consultara los titulares de un periódico y porque en su entonación y en su contenido se unen la novedad con la didáctica, el encuentro de lo raro o lo sorpresivo con el conocimiento. La osadía de García Ponce de convertir en el instante de unas cuantas páginas la interminable anécdota de nuestro periodismo débese al esmero del autor en registrar la Venezuela histórica y geográfica donde halló no pocas sorpresas, ominosas las más, dignas las otras, las cuales, aunque escasas, bastaría para devolverle al periodismo su justificación al disenso, que es su única tierra nutricia.