Incluye referencias bibliográficas (p. 451-462).

Las criaturas que saltan de uno a otro lado fueron guardadas por la memoria del escritor a partir de las "historias" familiares oídas desde la infancia. Lo demás es remembranza colectiva de tradición oral. Todos confluyen en una saga prisionera del espacio que Armas Alfonzo establece en una concentricidad cuyo punto fundamental de donde parte es Clarines. Cada rincón está minuciosamente construido por los retazos descriptivos de unas y otras historias; flora, fauna, poblados, desiertos, colinas, casas, fantasmales, iglesias y santos dotados, de partes sexuales labradas en madera. Ese universo circular es la mitología de una intra-historia o la historia desmitificada en una espiral infinita de anécdotas, chismes, añoranzas y hasta execraciones. Alfredo Armas Alfonzo destaca entre nosotros por la personal concepción de sus relatos, en los que actualiza, sin perder la perspectiva de nuestro tiempo, la esencia primigenia del mejor nativismo venezolano. Técnica y estilo se incorporan a la más recia, humana y vital tradición venezolana. Sus "historias" alcanzan a ratos, por contraste, una alta y fuerte manifestación lírica que personaliza aún más su trabajo creador.