Incluye referencias bibliográficas (p. 309-318) e índice.

A lo largo de la historia, la reflexión ética ha ilustrado la profunda relación que existe entre "pensar bien" y "vivir bien", así como la repercusión que semejante binomio tiene en la conquista de la felicidad. Si ser feliz es la máxima aspiración de todo ser humano, no parece posible que tan noble meta se pueda alcanzar prescindiendo del ejercicio de la "racionalidad", la facultad que nos distingue y eleva sobre los demás vivientes. En el ejercicio de la razón, en ese difícil empeño por "pensar bien", son imprescindibles los grandes maestros. Y entre ellos tal vez ninguno más autorizado y serio, en el ámbito estrictamente filosófico, que Aristóteles. Su vigoroso pensamiento ético conserva plena actualidad y sigue siendo objeto de estudio por académicos de las mejores universidades del mundo. En este libro, Cantú Quintanilla propone una aproximación a esa hermosa sabiduría que se desprende de la "eudaimonía" aristotélica en sus propios textos; señala, además, los aportes de los abundantes discípulos del estagirita en diversas épocas.