Bibliografía: p. 75-77

Este libro ha sido hecho para oír una voz que estaba por ser escuchada desde hace tres siglos; que flotaba en el tiempo de nuestra historia del arte, desde aquel lejano pasado y que nadie había percibido. Es la voz anónima del Pintor del Tocuyo, que ahora llega a nosotros como un canto sagrado de resonancias lejanas que se emitieron hace más de 300 años. Hoy la captamos, fuerte y bella, aunque fragmentada en su conjunto por el desgaste del tiempo, la negligencia, la ignorancia y el desamor que hemos tenido por la vida de nuestras artes y por nuestra propia historia.