En este libro se cuenta la historia de cómo Orlando Castro montó en treinta años uno de los seis primeros grupos financieros del país. Este cubano que llegó en 1961 con 150 dólares en el bolsillo y lo que traía puesto, años más tarde revolucionó el mundo de las finanzas venezolanas con una mezcla audacia, agresividad y suerte. Su capacidad particular para estar en el momento adecuado con la persona oportuna y en el negocio preciso, le ha dado la fama de ser un hombre con cualidades excepcionales para oler el dinero y los negocios. El libro cuenta también las relaciones de Castro con dos personajes que han marcado los últimos años de la política venezolana: Blanca Ibañez y Cecilia Matos.