Escribir sobre cómo se debe escribir es una aventura cuyo principal riesgo se llama Recetario. Consiste este riesgo en despachar el asunto con un conjunto más o menos acertado, más o menos largo, más o menos ingenioso de técnicas supuestamente útiles. Se ha comentado, casi por completo, los dos anexos: la entrevista grabada y la publicada de Pilar Urbano a Francisco Umbral.Se trata de hacer ver la importancia de formarse bien -y por cierto despacio- para escribir luego bien y rápido. Pero sobre todo, para dejar bien claro que la exploración de un género periodístico no se agota en la descripción textual. Cada entrevista es única, varían todos los ingredientes o casi todos. En primer momento puede parecer lo contrario: hay siempre un entrevistador, un entrevistado, un tema del que hablar, un contexto para los tres -entrevistador, entrevistado y asunto- y unos procedimientos aparentemente fijos traducibles en tres estadios: preparar, entrevistar y transcribir. Conviene señalar que existen otros elementos: un medio en que esa entrevista se publicará -y por tanto, un público más o menos general, más o menos especializado o más o menos segmentado. La entrevista es la herramienta básica del periodista, que gasta buena parte de su vida profesional hablando con personas e intentando conseguir información de ellas . Todos los elementos que aparecen en el libro, salvo que se indique expresamente lo contrario, son reales.